¿Darte a conocer o no?
Para mí es muy fácil hoy escribir mis hechizos y mis rituales, hacerte la predicción de la semana o colgar un cartelito para levantar el ánimo, pero también hubo un tiempo en el que todo esto me resultaba un carga rece muchas veces para ser “normal”.
Cuando era pequeña veía a unos señores mayores a los que yo daba besos y hablaba con ellos como si fueran mis abuelitos… Tampoco es que me pareciera raro y nunca lo comente con nadie, en realidad para mí era de lo más normal.
Siempre fui una niña frágil y demasiado delgada, demasiado rubia, con los ojos demasiado grandes, siempre hablaba demasiado alto… Ahora me da la risa. Pero también era la alegría del entorno en el que estaba.
Cuanto tenía doce años jugaba a un juego con mis amigas, quedábamos a una hora concreta y ellas se concentraban y yo pensaba en algo y al día siguiente me tenían que decir en que había pensado, a mi aquello también me parecía natural, mi adolescencia fue más complicada, porque todo el mundo sabe que un adolescente no calcula bien su energía y claro a mí me sucedían cosas.
Casi siempre he tenido una baraja en la mano, incluso en esas épocas en las que no quería “mi don”. También me he equivocado y mucho, porque a veces hay que callar lo que ves o decirlo con mucho tacto, no debemos dejarnos probar, esa gente que no pertenece al mundo mágico que viene para ver que les cuentas y te prueban para ver que les dicen, están deseando desenmascarar a la bruja para irse a su casa con la conciencia tranquila.
Tengo que decir que he tenido suerte siempre he tenido a alguien cuidando de mi y normalmente siempre me ha ido bien, pero me faltaba una parte de mi aprendizaje y es en esa fase en la que vivo desde hace algunos años, aquí he vivido algo inimaginable lo que nunca me había esperado, el rechazo, el ver pasar a una persona por delante de mi puerta con los dedos cruzados, duele, pero no por la acción en si sino por la ignorancia de esa gente. Aun así me compensa esta parte de mi aprendizaje, todas las experiencias hacen que mejore como persona a veces observadora del entorno.
Desde que ha decidido dejar de luchar contra mi misma las cosas mejoran, me siento mejor y mas en paz conmigo misma, con la madurez de enfrentar esta etapa y las ganas de seguir aprendiendo y de empezar a enseñar.
La decisión tiene que ser de cada uno de manera libre, decir o no, quien eres y enfrentarte al entorno, desde mi experiencia os diré que perdí algunas cosas en ese camino pero gané otras que son mucho mas valiosas.
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abrazos de luz
El espiritu del bosque encantado
Isabella luna Ω
Me ha encantado la historia, todos en algún momento perdemos algo pero siempre nuestro Universo nos recompensa con algo mejor. Besos.